Rome Malerba, la líder de la banda argentina, analiza las dificultades a las que tienen que enfrentarse los músicos hoy. También recuerda su primer disco y adelanta el próximo material, que grabarán en pocos días.
Por Fabrizio Pedrotti, para Rock.com.ar.
Fotos: Walter Markerian.
Hay una clave para que una banda trascienda en un país como la Argentina. Además de la música, es esencial que el propio grupo sepa mostrar su material, hacer que se diferencie del resto y mantenerlo todo el tiempo en el radar. Ese ingrediente se le pasa por alto a la mayoría, pero es tan necesario como las buenas canciones.
Y Wonderpub tiene en Romina “Rome” Malerba a una exponente de ese trabajo duro. “Hoy el músico debe ocuparse del marketing, la difusión, el arte, la producción, el community management, el volanteo, el vestuario y la producción, entre otro sinfín de actividades -explica la cantante y guitarrista-. Es la primera vez en mucho tiempo en la que el rock no es popular, y eso significa que no hay grandes inversiones. La historia de la ‘estrella’ que despilfarra dinero y aparece en la tele, hoy es la de otros géneros. Léase hip hop, trap y derivados. Porque si alguien llega a algo en el rock es con ingenio, paciencia, dinero personal y sobre todo muchísimo trabajo. ¡O muchísimo dinero personal, que no es nuestro caso!”, se ríe.
Ahí es donde, para ella, las redes sociales cobran un rol vital. “Si antes nuestro sueño era estar en una disquería justo detrás de ‘Wonder, Steve’ -en referencia al nombre del grupo-, hoy la meta es ser parte de Spotify. En ese entorno, las bandas grandes y las emergentes están al mismo nivel, y para mí es fascinante. Lo mismo ocurre con Youtube, y se abre una interacción y un feedback muy intenso con el público, antes impensado. Gracias a eso tuvimos rotación en radios FM de Australia, nuestra música se usó en videos de skate de Indonesia, hubo entrevistas para los Estados Unidos y recibimos apoyo desde Inglaterra y Japón, entre otros países. Todo eso hace que llevar una ‘doble vida’ valga la pena”.
Wonderpub nació en 2016, y la formación actual se completa con Juan Pastor en bajo, Ezequiel Sa en guitarras e Iván Ogñenovich en batería. En 2018 editaron un EP homónimo de cuatro canciones: “Come Around”, “The Tea Party”, “Wonderpub” y “Redemption”. A la hora de relatar las historias detrás de las letras, Rome admite que cobraron diferentes significados con los años. “Y no es una impresión personal, sino que también fueron moldeadas y reinventadas por la banda, tanto en su interpretación vocal como instrumental”, señala.
-¿De qué habla “Come Around”, por ejemplo?
-Originalmente trataba de una relación a distancia y de la angustia que me generaba. En un momento viví en Colombia, y sostuve por un tiempo un vínculo con una persona argentina. Pero luego, a mi regreso, esa frustración se trasladó a mis relaciones en Buenos Aires. A veces las distancias no son físicas, sino emocionales. Esa, junto con “Redemption”, son por lejos las canciones más personales del EP. En esta última prima la culpa de un sentimiento que cargué muchos años conmigo.
-¿Cuál sería?
-El de jugar frívolamente con los sentimientos ajenos (a veces para tener sobre qué escribir y componer), o entristecer y avergonzar a mis padres y amigos, aparte de ser egoísta y descuidada con otros. A la vez es una letra de remordimiento, en donde intento ser una mejor persona, y ahí muchos pueden sentirse identificados.
-Sé que es una de tus canciones favoritas. ¿Te exigís al momento de escribir, pensando que el nuevo material debe estar a la altura?
-Sí, y en parte porque ése trata un tema más universal, con lo cual recibimos más mensajes de seguidores. Además es la más compleja musicalmente, y también la más larga. Me presiono muchísimo a la hora de componer, y descarto mucho material. Cuando siento que pierdo la objetividad, se lo muestro a mis compañeros de banda o a las personas en las que confío, para ver si eso merece ser reciclado. Creo que, entre todos, en Wonderpub fuimos “superando” ese tema con reversiones de la misma canción. ¡Así de obsesivo como suena! (risas). Recién ahora, que nos tomamos un descanso de los escenarios, encuentro algo de tiempo para componer. El tiempo dirá si puedo generar otra canción con la que me sienta igual de conforme.
-¿Por qué se están alejando un poco de los escenarios?
-Creo que se viene una etapa en la que nos vamos a meter para adentro, y una de las razones es que el año pasado generamos un público que nos apoya mucho. Algunos se acercan a los conciertos desde muy lejos, y sentimos que les debemos más material que sólo cuatro canciones en Spotify y un video en Youtube. Y además, nos da la oportunidad de ampliar y renovar nuestro set para la vuelta. ¡No queremos que se aburran de nosotros! (risas).
-Ahora que mencionás ese clip, para “The Tea Party” grabaron las escenas en un bosque, e incluso transmitieron parte del proceso en sus historias de Instagram. Eso nos demuestra otra vez la importancia de las redes, ¿pero cómo trasladan eso para que crezca el público en los shows?
-Siempre se precisó de mucha exposición para convocar a la gente. Por dar un ejemplo, hasta hace diez años un video de rock era transmitido incesantemente por los principales canales de música. Eso permitía que un porcentaje de los televidentes gustaran de una banda y luego quisieran comprar el material e ir a sus shows… Y el efecto perdura hoy para los grupos que vivieron esa época dorada del rock. Con Facebook, Instagram y las demás redes, si uno aprende a usarlas puede generar un efecto similar a menor escala. No es sencillo llegar a millones de personas, pero quizás sí a miles por semana. Un porcentaje de ellas se acercan a los shows, a conseguir el material y a bancar a la banda en general. Así es como la mayor parte de nuestro público llegó a Wonderpub, y ellos crecen con nosotros.
LA HISTORIA DETRÁS DEL TÍTULO
-El nombre de la banda hace referencia, justamente, a un bar en la tierra de Alicia en el País de las Maravillas. ¿Cómo imaginás que sería en la vida real?
-Creo que los pubs, en general, son un escape temporario de la realidad. Para mi “yo adolescente”, la etapa en la que se incubó gran parte de este proyecto, eran espacios en donde todo podía pasar, para bien o para mal. Y me gustaba echar mi suerte al azar. De ahí mi amor por la cerveza, por la gente, por la noche y por perderme en la “buena” música. El Wonderpub sería una suerte de antro, en donde todos los personajes extraños y rechazados de Wonderland se congregarían a la luz de las velas. Sería descuidado, con un cartel manuscrito parecido a nuestro logo y pasillos largos, sinuosos y oscuros; junto con baños solitarios con grandes espejos. Básicamente, un lugar donde la embriaguez, la dudosa composición de las bebidas y la arquitectura te volvieran un poco más loco (risas). Probablemente al darte vuelta el lugar ya no fuera el mismo, y un vaso se reduciría en tamaño, mientras que otro se haría más grande. De pronto perderías la capacidad de deglutir, se generaría una risa involuntaria y tus acompañantes parecerían desaparecer por momentos. La experiencia de visitarlo sería aterradora y seductora a la vez (más risas).
-”Wonderpub”, como canción, describe un ambiente así. ¿Surgió en alguna situación parecida?
-Sí, está basada en una de mis tantas anécdotas en bares. Es un levante de una Rome de edad “ilegal”, que termina embriagada en la camioneta de un desconocido. Es todo eso, pero adornado con referencias de “Alicia en el País de las Maravillas”. Es parte de mi peligrosa, hermosa, atemorizante e impredecible época de: “Hacelo todo por una gran historia y una potencial canción”. No puedo recomendarle a nadie ese método, pero tampoco negaría su utilidad (risas).
-De hecho, la portada del EP muestra a una casa inspirada en “Alicia…”, y hace poco recibiste una en tamaño real, fabricada por un fan. ¿Cómo se dio el encuentro?
-Nos la dieron a la salida de un show. Quedé anonadada, y a la vez sentí mucha responsabilidad. Ahí me di cuenta de que Wonderpub no era un proyecto en serio sólo para nosotros, sino que también representaba algo para otras personas, ajenas a la banda y al entorno. Y uno debe cuidar ese logro, que es el máximo que se puede tener. Eso implica subir la vara a nivel musical, en los espectáculos y en los videos; así como darlo todo en las grabaciones y en el escenario. Para alguien es relevante lo que hacés, y esa persona se merece respeto y trabajo.
DE AHORA EN MÁS…
Wonderpub entrará al estudio por segunda vez en pocos días, aunque aún no está definida la cantidad de temas que verán la luz. “Sí sabemos que, en su mayoría, se estrenarán por separado -adelanta Rome-. Es muy probable que además publiquemos un EP de versiones acústicas. El año pasado, los temas evolucionaron fenomenalmente en vivo, y las versiones se volvieron más pesadas y más ‘Wonderpub’. Por eso también vamos a regrabar parte del EP, para plasmar el nuevo sonido”.
-Más allá de que seas la compositora principal del grupo, en una entrevista contaste que querías que el resto de los integrantes “se sumaran a ese proceso”. ¿Va a ocurrir con las canciones que se vienen?
-Sí, puedo decir con mucha satisfacción que ya está pasando. Sobre todo con la inclusión de nuestro nuevo baterista, Iván Ogñenovich, que solía escribir bastante en su banda anterior. Pero no pienso que eso cambie significativamente nuestro sonido, porque todos en la banda se apropiaron a su manera de las canciones. Entre los cuatro logramos una visión común, un sonido personal. Por lo tanto, cada tema nuevo, escrito por quien fuere, va a sufrir esa apropiación. Y también creo que mi rol como líder recae en llevar adelante la meta de la banda, de ser una suerte de directora creativa. Eso implica orientar el proceso para que no se pierda la esencia. Hoy tenemos una visión, un sonido y un arte propio, y ya nadie puede mostrarlo por nosotros.