La banda volvió a Capital, con un show ambientado en las “pascuas profanas”. Por qué fue tan especial.

Por Fabrizio Pedrotti, para Rock.com.ar.

Foto: Gentileza Sebas Michia. 

En el video de “El cono del encono”, de Los Natas, el baterista Walter Broide encarna a una especie de peregrino en el medio del desierto. Tiene una túnica que lo cubre casi por completo, pero se puede ver su característico pelo y su barba.

En la noche del miércoles, Broide también está caracterizado, y es imposible no recordar aquel video de 2001. Hoy es otro viajero: Jesús. Mientras sube al escenario desde la audiencia y cargando la cruz, lo acompaña Martín Rodríguez, en la piel de Dios –que más tarde se calzará el bajo-, y el apóstol Hernán Miceli.

Por el otro costado aparece el segundo guitarrista, Santiago Rúa, caracterizado como un sacerdote negro. El contexto no podría ser mejor: en unas horas arranca semana santa, y en el público ya hay monaguillos que reparten uvas y hostias… bañadas en Absenta.

En cada show, pero sobre todo en los de Capital Federal, Poseidótica busca innovar. A veces con la suma de invitados -ya pasaron Litto Nebbia, Adrián Dárgelos, Marina Fages y Maxi Trusso-, y ésta vez con una puesta inédita en el rock local. Es por eso que Hernán Miceli se mete a fondo en el papel: reza todo el tiempo, no deja de mirar al cielo y predica con una biblia gigante.

Después de “Elevación”, Santiago Rúa se pelea con los in-ears. Es el que más complicada la tiene con los disfraces, porque además del maquillaje lleva una mitra. Sí, aquel gorro enorme parecido al de Papa Emeritus. De todas formas, su performance –y la de toda la banda- es impecable.

Entre “El dilema del origen” y “Anfibio” hay un interludio con velas, que resalta aún más la puesta de los iluminadores y escenógrafos. El final llega con los épicos “Dimensión Vulcano”, “Mantra” y “Aeroruta”.

Al rato, y sin mediar palabra, los cuatro vuelven a bajar hacia el público. Esta vez, Rúa tira agua bendita, mientras los demás ayudan a Walter con la cruz.

Después de ver a Poseidótica, algo es seguro: no sólo están entre los mejores músicos del país, sino que también dan shows a la altura de las leyendas bíblicas. ¿O nos van a decir que nunca le vieron a Broide un parecido con Jesús?