Julio Breshnev adelanta las ideas de la banda para 2018. Además, habla sobre su carrera solista.
Por Fabrizio Pedrotti, para Rock.com.ar.
Probablemente, este año sea el más ocupado de Julio Breshnev en toda su vida. Además del regreso de Cosméticos, el grupo que lideró en los ‘80, planea lanzar un álbum con Vetamadre y darle vuelo a su propio proyecto. “Son cosas que surgieron, en parte por estar abierto y receptivo -explica-. Pero para poder decirle que sí a esto, tuve que resignar mucho, como mi trabajo en la Rock & Pop. Me encanta la radio, pero hay que saber cuándo sacrificar un proyecto en pos de otro”.
Por lo pronto, Julio ya dio tres shows como solista entre fines de 2017 y principios de 2018. “Para el primero no le avisé a nadie, casi ni a mí -se ríe-. Tenía miedo, porque no sabía si me iba a sentir cómodo ni qué iba a pasar. Los lugares me fueron convocando, al saber que estaba con la acústica bajo el brazo, pero ahora ya se me terminaron -se ríe otra vez-. Me gustaría hacer una gira permanente por Palermo, en espacios de hasta doscientas personas”.
-En esos shows sonaron temas nuevos, como “Ciudad vacía”. ¿Los compusiste hace poco, o simplemente no encajaron con Vetamadre en su momento?
-En realidad, a varios ya los tenía en la cabeza hace años. Los había tocado en la intimidad, pero ahora de golpe se redondearon. Desde que surgieron esas canciones tenía la sensación de que eran de un estilo personal, ajeno al de Vetamadre. Por ahí las escuchás y son lo mismo, pero yo las siento distintas. Tanto el que nombrás, como otros tres o cuatro que estoy presentando, van por el mismo estilo acústico. Son temas que estaban esperando su momento. En cambio, algunas tienen pedacitos nuevos o las cerré en el último tiempo.
SOLISTA, PERO CON EXPERIENCIA
Breshnev ya había incursionado en el formato de cantautor. Entre la separación de Cosméticos y la formación de Vetamadre lanzó “Tentaciones” (1989), uno de los últimos discos argentinos en editarse en LP. Pero acá hay otro espíritu.
“Tengo muchas ganas de grabar. Supongo que en primera instancia incorporaré estos temas que estoy haciendo, y luego agregaré otros que tengo inéditos, invitando a más músicos. Tampoco quiero que se pierda la esencia del tipo que está solo, con la guitarra en la mano. Los quiero grabar cuanto antes, porque no están en ninguna parte, y el que vino a verlos y los quiere escuchar… ¡no puede! No sé si será con el apoyo de una compañía o si lo haré en formato digital y ya -agrega Julio-. Visualmente hay varias ideas. Leandro Cepeda, que es un artista plástico e ilustrador genial, hizo la tapa de ‘Otroviaje’ (de Vetamadre, 2010), y es alguien con quien tengo mucha afinidad. El otro día veía uno de sus dibujos, y pensé: ‘¡Esta es la tapa del disco que quiero hacer!’, así que calculo que va a terminar teniendo un formato físico”.
-¿Cuántas canciones ya están cerradas y podrías grabarlas ahora?
-Hay seis con las que podría meterme hoy a la tarde en cualquier estudio. El otro día pensaba en Thom Yorke y en su disco solista, que tiene nueve temas; o en “Ruido del Mundo” (de Vetamadre, 1999), que también tiene esa cantidad. Así que con incorporar cuatro ideas más, para seleccionar y que queden dos o tres, ya estaría.
-¿Cuáles son los nombres de los demás temas? Así la gente que los quiera escuchar los busca y no los encuentra…
-(Risas). Hay uno medio favorito mío que se llama “Espejismos, vidrios rotos”. A otro le iba a poner “Voy a sobrevivir”, pero la primera vez que se lo canté a nuestro mánager se me vino Víctor Heredia a la cabeza, así que asesiné ese título.
-¡Pensé lo mismo!
-Pero el tema termina diciendo “en un solo segundo, mi mundo quedó al revés”, así que “Al revés” es un buen título. Al mismo tiempo me parece muy malo, porque suena tan cercano a “Veratravés”, de Vetamadre… Otro se llama “Cómo es”; y abro los shows con un tema muy cortito, que es un chiste a cómo nos manejamos con eso de bloquearlo todo. Está relacionado con las redes sociales, pero en un plano no tan virtual. Se llama “Vas a ver”. Así que esas son algunas de las canciones que no se pueden escuchar en ninguna parte. Me gustó ese concepto (risas). Hace poco le dije a Coca -Monte, bajista de Vetamadre- de hacer una incursión en su estudio. Debería ser en las próximas semanas, así antes de mitad de año tengo algo dando vueltas.
RECONECTAR CON LA VETAMADRE

-¿Qué temas de la banda encajan bien para tus shows como solista?
-En una de las fechas pregunté si la gente quería escuchar algo del grupo, y obviamente que sí. Lo primero que hice de Veta fue “Acá”, en el que digo “Vuelvo a estar acá, en el mismo lugar, pero ya no soy el mismo”. Encima es un tema que lo trajo Martín Dejean -el tecladista-. Yo le puse la letra, pero él vino con la idea muy terminada. Entonces me parecía todavía más divertido poder homenajear a mis compañeros. También pensaba hacer “Casi nada”, que es del primer disco y tiene música y letra de Coca. “Nada el tiempo” funciona perfecto porque estoy loopeando algunas cositas con la pedalera, y “Ruido del mundo” es infaltable.
-Ya es casi un himno.
-El otro día me preguntaban si lo iba a tocar, y yo les decía que no. Me decían: ‘Naaa, ¿no vas a hacerlo?’, pero como estaba con otras canciones, la dejé de lado hasta que me la pidieron, y por mí, encantado. Descubrí eso, que tanto en Vetamadre o como solista, es un tema que pide ser tocado. Hay algunas más, como “Libro nuevo”, o esta otra que dice “Nadie sabe adónde va…” (piensa). Ya ni los nombres me acuerdo (risas) -se refiere a “Sin dudar”-. Esa es muy de acústica y voz. “Números” sería un tema interesante, ¡pero la idea tampoco es salir a tocar Vetamadre yo solo! Quiero que sea una propuesta nueva, que obviamente incluya esas cositas por respeto al que lo pide. Y aparte, para mí es un placer.
-Con la banda, hace poco sacaron el clip de “Could you be loved”. ¿Por qué eligieron ese tema?
-Mirá, Gabi Pedernera no quería producirlo ni que estuviera en el disco, porque para él no tenía nada que ver con el resto. Pero pasó todas las barreras y de repente quedó como última canción. Agustín Núñez, que filmó el documental, dijo: “Tengo todas las tomas, así que voy a hacerle un video”, y salió de esa forma.
EL NUEVO MATERIAL
-Imagino que después de haber hecho un disco de reversiones, tienen ansiedad por lo próximo de Vetamadre.
-¡Sí! Ya hay unas cuatro canciones bastante sólidas y yo estoy muy contento, pero la banda está en un impasse. Después de la fecha que hicimos con Carajo en Groove -el 19 de enero-, nos tomamos un respiro para armarlas y ver cuándo entramos a grabarlas. Yo les contaba a los pibes que tengo un concepto de lo que podría ser el próximo disco. Está muy ligado al paso del tiempo y a lo que es el sistema, a estar adentro o afuera de esta estructura macabra, de la que no se logra zafar.
-Bastante cercano a los ábumes clásicos de la banda, digamos.
-Sí, totalmente. Ayer charlábamos con Coca, y los dos coincidimos en hacer un disco “fundamental” de Vetamadre. Dentro de ese término incluyo a “Libérenme” (2002), “Veratravés” (2003) y “Otroviaje” (2010). Son los discos más conceptuales y profundos del grupo, y nos gustaría ir para ese lado. Con algo nuevo, pero volviendo al espíritu más filosófico.
-¿Eso se traduciría en nuevos sonidos?
-Sí. Aunque el tono de violas sea similar, estoy probando cosas nuevas y guitarras limpias. Cuando son distorsionadas también juego con el fuzz, y queda más extremo. Por otro lado, estamos experimentando con algunas maquinitas. Fede -Colella, baterista- usa una especie de octapad, así que va a haber bastante de eso. La búsqueda siempre estuvo presente, pero va a ser desde una óptica diferente. Aunque seamos la misma banda, van a encontrarse con material que los va a sorprender.
-¿El lanzamiento también sería este año?
-(Piensa). Hace un mes, te hubiera dicho que iba a estar en la calle en la primera mitad de 2018. Ahora no estoy muy seguro, pero estaremos grabando hasta esa fecha. Supongo que saldrá en la segunda parte del año, y también con Sony.
-Aunque estés bastante atareado, se te nota contento.
-Sí, ni hablar. Fue un verano muy distinto y estuve muy a mil, cambiando de switch, de una cosa a la otra. Hacía lo mío solista, después me juntaba con Vetamadre, y luego rocanroleaba con Cosméticos. Pero es lo más nutritivo que me pasó en años.
-En una vieja entrevista decían que Vetamadre les había traído “muchas deudas” y los había perjudicado en sus “vínculos familiares”. ¿A qué se referían?
-Económicamente, la banda fue durante muchísimo tiempo un lugar de inversión y reinversión. Cada vez que sacábamos un pesito, lo aprovechábamos para volver al interior. Viajar y alejarse de su familia le trajo un conflicto distinto a cada uno. Hubo separaciones, divorcios, reclamos, pedidos de créditos (risas)… pero al final el saldo dio positivo, ¿viste?