La nueva formación de la banda se presentó el 20 de marzo en el estadio argentino, con varias fallas en el sonido.
Por Fabrizio Pedrotti.
El campo no es para todos. Generalmente, los adultos optan por una platea. Pero en el show de Creedence Clearwater Revisited no fue así. La mezcla de generaciones de ese sector fue tal que se pudo ver a un metalero con campera de cuero al lado de una pareja de abuelos que iba a recordar viejos tiempos. Al fin y al cabo, la edad de los Creedence originales (que son 2, el bajista Stu Cook y el baterista Doug Clifford) no dista mucho de la de los abuelos.
Completan la banda el cantante y guitarrista rítmico John Tristao (un tenor que ocupa bien el lugar de John Fogerty), el joven violero Kurt Griffey (quien grabó y giró con miembros de grupos como The Eagles, Lynyrd Skynyrd y Journey), y Steve Gunner (al mando de los teclados, la armónica, la guitarra acústica y lo que sea necesario).
Después de una prueba de sonido abierta al público (uno de los puntos en contra de la noche) y pasadas las 21.30, la resurrección de esta banda de rock & roll y country de California arrancó con la dupla “Born on the bayou” y “Green river”. Más allá de la destacada carrera de los músicos, la guitarra sonó muy baja, al menos en el sector del campo.
La lista incluyó canciones como “Who’ll stop the rain”, “Suzie Q”, “Proud Mary” y “Fortunate son”; y dos covers que Creedence ya hacía en los ’70: “I Heard It Through the Grapevine”, de Smokey Robinson, y “Good Golly, Miss Molly”, de Little Richard.
“Gracias por recibirnos. Amamos su comida y sus bellas mujeres. Este show es como el sexo: ustedes se mueven y nosotros cantamos… aunque no sea tan bueno como el sexo de verdad”, dijeron entre risas Tristao y Cook en medio del concierto. Ya tocaron en el país en noviembre de 2010, así que seguramente puede hablar de comidas y mujeres argentinas con conocimiento de causa.
Creedence –que vino de hacer cuatro fechas en Brasil y que pasará por Chile- se despidió, pero volvió con el infaltable “Have you ever seen the rain” -uno de los puntos altos de la noche-, la coreada “Travelin’ band”, el cover de Little Richard y “Up around the bend”.
Por más que haya habido inconvenientes con el sonido y que superen los sesenta, estos californianos rockean mucho mejor que un pibe de 20, y eso se sintió en el campo y en todas las plateas. La llama del rock clásico está más encendida que nunca.
Publicado en www.rock.com.ar el 21 de marzo de 2012.