El grupo holandés de rock progresivo se presentó el sábado en el teatro porteño, y sorprenden porque su link con la Argentina es más que casual.
Por Fabrizio Pedrotti.
Gustavo Cerati publicó “Bocanada” en 1999. Fue su segundo disco solista, y el primero luego de la separación de Soda Stereo. Aunque tuvo muy buena aceptación, algunos ignoran que en la canción homónima hay un sampleo de una banda llamada Focus. El tema original se titula “Eruption”, dura casi 25 minutos y se incluyó en el LP “Moving waves”. Casualmente, estos europeos llegaron el 21 de marzo para festejar los 40 años de ese álbum.
En el show, que empezó una hora más tarde de lo anunciado, se repasaron éxitos de los ‘70 (“House of the king”, “Sylvia”, “La cathedrale de Strasbourg”), pero también hubo lugar para algo más nuevo, como “Aya-Yuppie-Hippie-Yee”, una canción del bajista Bobby Jacobs de 2006.
Los holandeses -que se codearon con Yes, Genesis y Emerson Like & Palmer- le deben mucho al hit “Hocus pocus”, que parece no envejecer, y que en 2010 fue elegido por Nike como banda de sonido de uno de sus comerciales. Obviamente, jugó de titular en la lista de temas.
Thijs Van Leer, el cantante y tecladista de esta banda de rock progresivo, es difícil de describir: hay que imaginar a un viejito granjero holandés con camisa hawaiana talle XXL, boina y cara de buen tipo. En definitiva, es el abuelo que todos querrían tener, y más si toca la flauta traversa como los dioses. Quizás por ser uno de los miembros originales, es bastante extrovertido: juega con las manos como poseído, interactúa con el público y hasta camina en medio de los pasillos tocando la flauta. ¿Tu abuelo haría eso?
Por más que Van Leer sea un showman, en Focus hay lugar para todo: la guitarra de Menno Gootjes tiene más presencia que en los discos, y el baterista Pierre van der Linden (el otro miembro original) hace solos envidiables. Aunque no hubo escenografía, la iluminación y el humo cumplieron muy bien ese rol.
Las casi 2000 personas deliraron con un “experimento especial” que el grupo tenía preparado: un tango instrumental, bastante argentino, que de a poco se transformó en zapada. La ovación fue total.
Después de dos horas de función, el telón se cerró y todos se acercaron al escenario para tener un último contacto con los holandeses. Y Cerati, un confeso admirador de Focus, parece estar esperando para despertarse en el momento justo. Pero ni lo duden: él hubiera estado arriba, zapando con ellos.
Publicado en www.rock.com.ar el 23 de marzo de 2012.