El grupo de Hugo Lobo dio el sábado el primero de tres shows en Colegiales, con la participación del jamaiquino Winston Francis.
Fue atípico ver a Dancing Mood en un escenario diferente al de Niceto Club. La banda siempre mantuvo una política de “precios populares” en sus entradas, discos y merchandising (el costo promedio de un ticket rondaba los $30), aunque en la presentación que dieron el sábado en el Teatro Vorterix las anticipadas aumentaron a $100, y en puerta… ¡$150!
Más allá de eso y de algunos pifies en el sonido (la trompeta de Hugo Lobo y el saxo de Rubén Mederson por momentos no sonaron), el concierto salió redondo. Estuvieron sus clásicos (“Take five”, “Police woman”, el final con el tradicional trencito de “Occupation”) y las canciones de su nuevo disco triple, “Non stop”.
Para que el show fuese más ameno, Dancing Mood invitó al jamaiquino Winston Francis. Con 64 años y un estado físico envidiable, el vocalista interpretó algunos de sus hits (“Ten times sweeter than you”), sorprendió con una versión de “California Dreaming”, de The Mamas and the Papas; y otra de “Three Little birds”, de Bob Marley. Al rato, bajó del escenario y se puso a cantar en medio del público.
“Les voy a contar algo: grabé esta canción en 1969. En 1994, los UB40 me preguntaron si podían hacer un cover, y les respondí que sí. Mis ganancias fueron de 27.000 libras, y recién ahí pude comprar mi primera casa”, expresó Francis –dueño de una humildad muy grande- antes de “Mr. Fix It”. Una vez que el cantante dejó el escenario, Hugo Lobo se disculpó por el valor de los tickets (“traer a un invitado y pagarle el hotel por varios días para ensayar con él es costoso”).
El concierto se extendió por dos horas, y tuvo todo lo necesario: pogo, un invitado de lujo y grandes clásicos del jazz y el ska. Aunque el valor de las entradas haya sido alto, ver a Dancing Mood no tiene precio.
Por Fabrizio Pedrotti.
Publicada en www.rock.com.ar el 11 de septiembre de 2012.