Deep Purple: “Desde que se fue Ritchie Blackmore, en la banda salió el sol”

Deep Purple contraataca con su mejor álbum en mucho tiempo. Foto: Jim Rakete
Deep Purple contraataca con su mejor álbum en mucho tiempo. Foto: Jim Rakete.

El histórico cantante Ian Gillan revela qué sintió cuando se fue el guitarrista. Además, dice la grabación de «Now What?!» fue como ir a la oficina. Entrevista exclusiva.

Por Fabrizio Pedrotti.

Ian Gillan tiene voz de cansado. Sus palabras llegan desde el otro lado del mundo, en una habitación de un lujoso hotel alemán. El agotamiento está justificado: horas antes de la entrevista, Deep Purple tocó en Georgia. “El concierto estuvo excelente, fue en un estadio de fútbol –comenta-. Ya pasé por allí hace 23 años con mi proyecto solista, y me quedaron muchos amigos. Tuvimos un momento fantástico”.

-Ayer tocaste la guitarra en el backstage de un programa en ese país, algo muy raro en vos…

-(Interrumpe) Oh, por Dios. ¿Cómo encontraste eso?

-El video está publicado en tu página oficial de Facebook.

-¡Ah! Ahora me acuerdo, pero no lo vi. Fue por diversión, y supuestamente no iba a mostrarse demasiado. Pero ahí está la globalización… (risas). No te podés escapar.

¿Y ahora qué?

La magnitud de internet es tal que el nuevo disco de Deep Purple comenzó a circular por la red algunos días antes de su lanzamiento. “Now What?!” tiene once canciones y un bonus track, y representa el regreso de la banda a un sonido más progresivo. Lo interesante es que es la primera vez que el grupo mantiene la misma formación por más de diez años consecutivos: Ian Gillan (voz), Roger Glover (bajo), Ian Paice (batería), Steve Morse (guitarra) y Don Airey (teclados).

-¿Cómo influyó en la grabación el hecho de ser los mismos desde hace mucho tiempo?

-Ayuda mucho estar “asentados”, porque la música no se trata sólo de tocar instrumentos y escribir canciones. En un grupo como Deep Purple (y en cualquiera que se preocupe por hacer una buena performance), es esencial tener buena química. Y cuando hay una buena relación y un alto grado de entendimiento, todos hablan con una sola voz a la hora de salir de gira y grabar.

El anterior álbum del grupo (“Rapture of the Deep”) se lanzó en 2005, y tuvo una gran aceptación en los rankings. Por eso, esta vez el desafío era importante: después de ocho años de silencio discográfico, el grupo reclutó como productor a Bob Ezrin. Anotá: trabajó en varios discos de Pink Floyd (entre ellos “The Wall”), Kiss y Alice Cooper.

-Roger Glover e Ian Paice dijeron que haber estado con él aceleró mucho las cosas. ¿Cuánto tiempo les hubiese llevado grabarlo sin su ayuda?

-Hubo ventajas tremendas, pero hacerlo más rápido no fue una de ellas. Encontramos la dirección y la identidad de la banda, como en las viejas épocas. Primeramente hubo que entender que Deep Purple es un grupo instrumental, y que la música fluye primero y recién después las canciones. Nos tomó un mes escribir los temas, el mismo tiempo grabarlo y otras cuatro semanas hacer las mezclas. No fue mucho más rápido que un álbum tradicional, pero sí estuvimos muy enfocados en lo que queríamos, y eso lo hizo bastante efectivo.

-Algo poco común es que Bob Ezrin también figura como compositor de todas las canciones. ¿Por qué?

-Sí, al igual que cada músico. Deep Purple fue la primera banda en poner los nombres del grupo completo en los créditos. Antes de nosotros, sólo figuraban los que escribían las melodías centrales y la letra. Tuvimos un acuerdo de inclusión con Bob, porque hizo algunas sugerencias y estuvo muy metido con los arreglos. Fue una especie de sexto miembro de la banda, aunque eso no significa que haya trabajado más que alguno de nosotros.

“Now What?!” fue grabado en Nashville, Estados Unidos. Según Gillan, los motivó el hecho de que Ezrin y sus técnicos vivan allí. “Le dicen ‘La ciudad de la música’, porque todos hacen sus discos en ese lugar. Hay un ambiente fantástico”, cuenta.

Cualquiera puede pensar que después de tanto tiempo sin editar un álbum, hubo muchas composiciones inéditas de antemano. El cantante lo desmiente: “Antes de ir al estudio no hicimos planes. Para grabarlo arrancamos todas las jornadas al mediodía, paramos a las tres de la tarde para tomar un café o un té y terminamos a las seis. En el medio zapamos, y las canciones fueron saliendo. Fue como ir a la oficina. Dejamos que los temas fluyan, y cuando tuvimos suficientes cortamos. Siempre fue así, incluso con Machine Head, que duró menos”.

“Now What?!” (editado por EarMusic, y en la Argentina por Nems Enterprises) llegó al primer puesto en países como Alemania, Austria, República Checa y Noruega, y entró al Top 20 en otros como Inglaterra, España, Rusia y Grecia. Gillan dice que no le preocupan los rankings, como tampoco le afecta la no inducción de Deep Purple en el Rock and Roll Hall of Fame, algo que a los fanáticos sí los pone de mal humor. “Oh, no puedo dormir de noche, pienso en eso todo el tiempo –se ríe-. Ni siquiera hubo un contacto entre las autoridades del lugar y el grupo, así que sé lo mismo que sale en todos lados. Pase lo que pase, no cambia el curso de mi vida, ni el de la banda”.

Estresados. Gillan y Glover descansan después de una sesión de grabación.
Estresados. El cantante y el bajista descansan después de una sesión de grabación.

Casi una película de Tim Burton

-La canción que cierra el álbum lleva el nombre del actor Vincent Price, quién además colaboró en la ópera-rock “The Butterfly Ball”, de la que participaste. ¿Por qué escribieron sobre él?

-Todos lo conocíamos, y trabajó con Bob Ezrin. En los primeros años de banda, cuando improvisábamos y descubríamos canciones que podrían ser tocadas, les poníamos nombres preliminares, para reconocerlas cuando volviéramos a trabajar en ellas. Y esta pieza sonaba como si fuera el soundtrack de una película de terror, así que le pusimos “Vincent Price”. Cuando la escribimos, sólo juntamos los elementos que podrían encontrarse en un film del estilo: puertas chirriantes, perros aullando, rayos, vampiros, chicas vírgenes sacrificadas, zombies y ese tipo de cosas. Fue divertido.

-Y además es el primer video de la banda en 23 años. ¿Por qué esperaron tanto?

-No lo sé (risas). La compañía quería uno, y se lo dimos. Pero fue divertido hacerlo.

-¿Deberían pasar otras dos décadas para que podamos ver un nuevo clip de ustedes?

-No me gusta demasiado el asunto de los videos. Nos entretuvimos grabándolo, pero Deep Purple se trata de lo que pasa sobre el escenario. En YouTube todos obtienen miles de muestras de lo que ocurre cada noche, así que con eso ya es suficiente.

-Sí, pero con una calidad muy distinta y sin una trama…

-Es que son mundos diferentes. Pero bueno, si querés otro podemos hacer uno (risas).

-¡Por supuesto! En Vincent Price, además, cantás que se ‘siente bien estar asustado’. ¿Qué te da miedo? Supongo que no precisamente la actriz que aparece (risas).

-No se suponía que ella diera temor, pero dada la letra venía muy bien una bailarina en el caño. No sé qué es lo que me asusta, pero pocas cosas. ¡Seguramente ella no!

Cantar en una banda muy instrumental

-En la revista Classic Rock dijiste que cuando en los shows las zapadas eran muy largas, jugabas a las cartas con el resto del staff. Ahora, que volvieron a incorporar varias secciones sin voz, ¿qué hacés?

-Me siento y disfruto de la música, como el resto de la audiencia. Si te remontás a las cosas como eran antes del rock and roll, cada elemento tenía su lugarcito. Había big-bands, en donde el cantante salía con una camisa blanca dos minutos y entonaba una frase. Yo sólo paso el rato con ellos, canto lo que necesito y el resto del show gozo de la música, tal como lo hacen los demás.

-En la gira de “Now What?!” sólo tocan tres o cuatro canciones nuevas, mientras que apenas comenzó el tour de “Rapture of the Deep” presentaban siete u ocho. ¿Por qué?

-Balancear y rotar lo actual siempre es algo bueno. No podríamos interpretar el álbum completo y dejar el resto, porque el público se enojaría mucho. Hay cuatro elementos en un show de Deep Purple: el material viejo, el reciente, algunos covers old-school y la improvisación. Las canciones nuevas las incorporaremos muy cuidadosamente, probaremos con cinco o seis y veremos cómo funcionan. No se trata de las listas de temas. En Frankfurt y en Hamburgo hicimos las mismas canciones, pero el primero duró dos horas y cuarto, y el otro media hora menos. ¿Cómo lo explicás?

-¿Por las improvisaciones?

-¡Exacto!

No todo es color púrpura

Ningún extraño. El cantante también es conocido por su prolífica carrera como solista.

Gillan editó varios discos fuera de la banda, y aunque tiene unas treinta canciones en diversas fases, admite que no hay planes de lanzar un nuevo álbum bajo su nombre. “Por el momento sólo compongo por diversión”, dice. También se conoció que está escribiendo dos libros: uno sobre ciencia y una novela con contenido histórico. “Deseo nunca haber mencionado eso. Fue una conversación privada que tuve y alguien la hizo pública –agrega-. Disfruto mucho de escribir. Todavía no sé si los voy a editar, así que no hay una fecha aproximada de salida”.

La guerra terminó hace tiempo

En julio se cumplen veinte años del lanzamiento de “The Battle Rages On”, el último disco que tuvo juntos a Ian Gillan y Ritchie Blackmore, antes de que las tensiones internas terminen por alejar al guitarrista. El cantante se pone metafórico: “Durante la grabación llovió todos los días. Pero de repente, hace diecinueve años, salió el sol. Estuvo radiante desde ese momento (risas). Lo admiro tremendamente porque es un músico fantástico, le deseo lo mejor y espero que sea feliz. Pero como no tengo más buenas cosas para decir de él, no voy a agregar nada. Nos divorciamos hace dos décadas, así que fin de la historia”.

El futuro de Deep Purple

-Vinieron a la Argentina en 2011 (dieron dos shows en el Luna Park; y otros en Córdoba, Rosario y Mendoza). ¿Tienen planeado regresar?

-Estamos viajando todo el tiempo. Vamos al país a cada rato, y realmente ansiamos volver. Siempre la pasamos fantástico, y el público es uno de los más ruidosos del mundo. Lamentablemente no tengo a mano la lista de shows, pero quédense tranquilos porque siempre estamos en la ruta.

-Justamente, en el nuevo disco cantás que el camino no tiene fin, y que todavía hay mucho para recorrer. ¿Se puede afirmar lo mismo de la banda?

-Las cosas están bien, y son preguntas complicadas porque nunca lo hablamos entre nosotros. Personalmente, no pienso en el tiempo. Con Deep Purple sólo le damos para adelante y tocamos música. Es muy placentero y lo disfrutamos, así que espero que la ruta no se termine nunca.

Por Fabrizio Pedrotti.

Publicada en Rock.com.ar el 11 de junio de 2013.

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